Si eres víctima de ciberacoso, lo primero que debes hacer es compartir lo que te sucede con alguien en quien confíes, como un amigo, familiar o adulto responsable. A veces, es difícil hablar de este tipo de situaciones, pero es crucial no enfrentar esto solo. Si no has hablado ya con tus padres o tutores, asegúrate de hacerlo después, ya que son personas que pueden ofrecer apoyo y protección.
Es importante recordar que, como víctima, no debes sentir que mereces lo que te está pasando ni caer en el error de ocultarlo. Las víctimas de acoso o violencia a menudo experimentan un sentimiento de culpa, pero no debes dejar que esto te controle. Al compartir lo que te ocurre, puedes empezar a buscar ayuda, ya que no estás solo ni eres invisible, aunque pueda parecer que quienes te rodean no ven lo que sucede o no saben cómo lidiar con ello.
Si decides actuar para detener el acoso, o si eres una persona cercana a la víctima (ya sea padre, tutor o un amigo de confianza), es esencial tomar medidas. El ciberacoso no desaparece por sí solo ni se resuelve sin intervención. Por muy complicado que sea el proceso, tanto a nivel emocional como institucional, la víctima necesita ayuda activa para superar esta situación.
Pasos a seguir si eres víctima o apoyas a una víctima de ciberacoso:
- Notifica al centro educativo
Si los acosadores son compañeros del mismo centro educativo al que asiste la víctima, lo primero que se debe hacer es informar a la dirección del colegio o instituto. Es recomendable hacerlo por escrito para que quede constancia de la situación y se activen los protocolos de acoso escolar. Si, tras informar al centro, no se obtiene una respuesta adecuada o la situación no mejora, será necesario elevar la queja a la Inspección educativa mediante una instancia escrita. La Inspección educativa se encarga de supervisar que el centro esté aplicando correctamente las normativas y protocolos de actuación ante casos de acoso. - Recopila pruebas del acoso
Es fundamental guardar toda la evidencia del acoso. Esto incluye capturas de pantalla de mensajes, correos electrónicos, comentarios en redes sociales y cualquier otra forma de comunicación que muestre el comportamiento del acosador. Estas pruebas son esenciales no solo para probar la existencia del acoso, sino también para apoyar cualquier acción legal o disciplinaria que se quiera tomar. Es importante conservar estos materiales antes de bloquear al acosador o denunciar, ya que, de lo contrario, podrían perderse. - Mantén silencio sobre la denuncia ante los acosadores
No se debe informar a los acosadores de que se va a presentar una denuncia en su contra. El objetivo es no alertarlos para que no eliminen mensajes o contenido que pueda servir como prueba del acoso. Es recomendable utilizar servicios de certificación digital para garantizar que los mensajes o publicaciones estén autentificados y puedan ser presentados en un procedimiento judicial. Existen varias plataformas en línea que permiten la certificación de contenido digital, que luego puede ser usado como evidencia legal en un tribunal. - Solicita el bloqueo de los acosadores y presenta una denuncia
Una vez que las pruebas han sido aseguradas, es momento de solicitar el bloqueo del acosador en redes sociales, aplicaciones o cualquier plataforma en la que se esté dando el acoso. La mayoría de estas plataformas permiten bloquear perfiles, reportar usuarios o solicitar la eliminación de contenido inapropiado. Además, es importante interponer una denuncia formal. En la denuncia, se puede solicitar que se imponga una orden que prohíba cualquier forma de comunicación entre los acosadores y la víctima. Esta medida es clave para proteger a la víctima de futuros intentos de acoso. - Inicio de un procedimiento judicial si los acosadores son menores entre 14 y 17 años
Si los acosadores tienen entre 14 y 17 años, tras la denuncia, se iniciará un proceso judicial a través de la Fiscalía de Menores. Dependiendo de la gravedad del caso y de la respuesta de los menores acusados, es posible que se llegue a un acuerdo mediante la aceptación de la responsabilidad y la aplicación de una medida judicial. Si los acusados no aceptan su responsabilidad, se procederá a un juicio ante un juez de menores, quien será el encargado de dictar la sentencia. Las condenas pueden variar, incluyendo medidas como la libertad vigilada o, en casos más graves, el internamiento en un centro de menores. - Demanda civil para los acosadores menores de 14 años
Si los acosadores son menores de 14 años, no pueden ser considerados responsables penalmente según la ley, pero sí puede presentarse una demanda civil contra sus padres o tutores. En este caso, se reclaman daños por las lesiones psicológicas sufridas por la víctima, y los responsables civiles (progenitores o tutores) tendrán que responder por los daños causados por sus hijos. Esta vía es importante para que, aunque los menores no enfrenten consecuencias penales, las familias sean responsables de las acciones de sus hijos.
Si eres testigo de ciberacoso
Los testigos juegan un papel crucial en estos casos. La víctima suele sentirse sola, atrapada e incapaz de salir de la situación, mientras que los padres o tutores de la víctima pueden no estar al tanto de lo que está sucediendo. Si eres testigo de ciberacoso, tienes la responsabilidad de comunicar la situación a un adulto de confianza, como profesores o padres. Ponerte del lado de la víctima es fundamental para brindarle apoyo emocional y ayudar a frenar el acoso. Recuerda que si te quedas en silencio o sigues el juego a los acosadores, podrías convertirte en cómplice y enfrentar consecuencias legales si el caso se lleva a juicio.
Cómo denunciar el ciberacoso
Es normal sentir miedo a la hora de denunciar, ya sea por temor a que los acosadores se enteren o porque temes convertirte en su próxima víctima. Sin embargo, existen herramientas que permiten hacer denuncias de manera anónima, protegiendo tu identidad y la de la víctima.
- Teléfono contra el acoso
Todos los centros educativos cuentan con el número de teléfono 900 018 018, que está disponible para denunciar casos de acoso escolar o ciberacoso. Es un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. Este servicio cuenta con psicólogos especializados, así como trabajadores sociales y abogados que pueden asesorar y apoyar a la víctima y a su entorno. - Aplicaciones para denunciar de manera anónima
En varias comunidades autónomas existen aplicaciones que permiten realizar denuncias de ciberacoso de forma anónima. Por ejemplo, en Cataluña está la aplicación USAPPS, en algunos institutos de la Diputación de Barcelona se usa la app B-RESOL, y en la Comunidad Valenciana se ha implementado la app Andrea. Estas plataformas están diseñadas para proteger la identidad de quien informa sobre la situación y facilitar la comunicación con las autoridades. - Coordinador de seguridad en los centros educativos
Los centros educativos contarán con la figura de un Coordinador de Seguridad, que se encargará de supervisar y gestionar los posibles casos de acoso, especialmente los relacionados con el ciberacoso, que a menudo son más difíciles de detectar. Este coordinador estará capacitado para actuar ante estas situaciones y garantizar que se tomen las medidas necesarias.
Si te acosan en redes sociales o conoces a alguien que lo está sufriendo
Existen diversas formas de denunciar el ciberacoso, dependiendo de si conoces la identidad del acosador o no.
- Situación 1: Conoces al acosador
Si sabes quién es el acosador (por ejemplo, un compañero de clase), lo mejor es comunicarlo al centro educativo, preferiblemente por escrito, para que se active el protocolo de acoso escolar. - Situación 2: No conoces al acosador
Si los acosadores utilizan perfiles falsos y no tienes claro quién está detrás, debes recopilar todas las pruebas posibles (capturas de pantalla, mensajes, enlaces) y no borrar los mensajes recibidos ni las cuentas en redes sociales. En este caso, puedes contactar con el número 017, donde recibirás asesoramiento sobre cómo gestionar la privacidad en tus redes y sobre los pasos a seguir para denunciar.
En cualquier caso, si hay amenazas graves, contenido sexual o violento, es esencial acudir a las autoridades, como la Policía o la Guardia Civil, que tienen unidades especializadas en delitos informáticos y pueden investigar el caso. Puedes contactar con ellos por teléfono o correo electrónico antes de acudir en persona.